Aquella vieja luna de Bilbao
El Bilbao posmoderno ha relegado al olvido a otros lugares de la ciudad, especialmente a “Bilbao la Vieja”, o los “barrios altos; vamos, La Palanca, para mejor entendernos. Fue “un lugar singular, inimitable” cuya trascendencia superó los límites de la villa y de Bizkaia.
Escribía Bertolt Brecht:
“El Salón de baile de Bill, en Bilbao, era el más hermoso del continente. A cambio de un Dollar había allí jaleo y placer, y todo lo que el mundo tiene de mundano. Pero si usted hubiera entrado allí, no se yo si le hubiese gustado el lugar. Charcos de brandy entre las butacas, en la pista de baile crecía la hierba… Y por encima de los tejados brillaba una luna azul. Había una música…”