Alava la luz interior
Álava es tierra de contrastes. Su orografía, la diversidad de sus paisajes y su clima, hacen de ella una tierra única y singular.
Vamos a hacer un viaje por esta tierra alavesa. Un viaje para conocer esa Álava que ha forjado el paso inexorable del tiempo y transitar por los lugares que solo el trabajo abnegado y silente de siglos, milenios quizás, ha podido crear. Contra lo que mucha gente pueda pensar, Álava es tierra de montaña. No en vano la atraviesan tres cadenas montañosas.
La más septentrional fija los límites entre Álava y los valles atlánticos de Gipuzkoa y Bizkaia. Entre estas sierras del norte y una segunda línea de montañas que atraviesa la zona media del territorio se extiende una planicie denominada Llanada Alavesa.
En la zona meridional, la Sierra de Cantabria es la última barrera natural, antes de sumergirse en la Rioja Alavesa, tierra de viñedos que se extiende hasta el valle del Ebro y que nos regala algunos de los más reconocidos vinos a nivel mundial.