Ramón Rubial. Un vasco universal
Primero España, luego el PSOE y después nosotros, los militantes. Porque el PSOE tiene que ser un instrumento al servicio de la sociedad, no al servicio de sí mismo.
Esta frase que siempre citaba Ramón Rubial resume, en tan poco, una filosofía de vida, una conducta vital, moral y ética; una vida dedicada al servicio del pueblo, del socialismo y del Partido Socialista Obrero Español, en el que militó desde siempre.
Porque Ramón Rubial se convirtió, con el paso de los años, en el ejemplo de la reconciliación, el perdón sin olvido y en el paradigma de una generación que perdió la guerra y ganó la democracia.
La vida de Ramón Rubial fue larga y prolija. Larga y cargada de emoción, sentimiento, compromiso, ideología y, sobre todo, humanidad. La vida de Ramón Rubial es la del propio siglo XX; el paso del PSOE de la Guerra Civil al de la clandestinidad; el paso del PSOE de Suresnes al PSOE que cambió y modernizo España, ya en el ocaso del siglo.
Ramón fue, y debería seguir siendo, el ejemplo a seguir de más de una generación.
El final del siglo XIX y el comienzo del XX fue una época convulsa con importantes movimientos y cambios políticos y sociales.
Y en Bizkaia, todos esos movimientos iban a desarrollarse a mayor velocidad, porque se demandó de una ingente cantidad de mano de obra para la explotación minera y las fábricas sidero-metalúrgicas, que ya se desarrollaban en los montes mineros de Bizkaia y en la margen izquierda de la ría del Nervión. Y esta fue una zona que abrazó aquellos primeros postulados políticos del partido que en 1879 fundara Pablo Iglesias Posse. Este era el Partido Socialista Obrero Español.
Era esta una zona de gran actividad y efervescencia política. No en vano, de aquí salieron granes figuras del movimiento político de izquierdas español como fueron Facundo Perezagua, Dolores Ibárruri “La Pasionaria”, Juan de los Toyos, Indalecio Prieto o Tomás Meabe entre otros. Y entre estos otros, se encuentra el hijo de José Rubial y Leonor Cavia, que nació el 28 de octubre de 1906 en el municipio vizcaíno de Erandio. Este era Ramón Rubial Cavia.