Cacereño

Pepe -el cacereño de la novela de Raul Guerra Garrido- abandona su familia y el pueblo literario de Torrecasar, que no es sino el trasunto del extremeño Casar de Cáceres o Quintana de la Serena, o Castuera, o Llerena, o Caminomorisco, o cualquiera de los pueblos de origen de aquellas miles de personas que, de Extremadura, acudieron al País Vasco al calor del desarrollismo industrial de las décadas de 1950-60 en busca de un sustento y un salida a la dura y difícil vida de la España rural de la época. En 2019 la novela cumple 50 años.
Cincuenta años, medio siglo de vida que, lejos de hacerla mayor, en los tiempos que corren coge nueva fuerza y vitalidad. Un recorrido por la novela y por la vida y la obra de su autor, Raul Guerra Garrido, y un reconocimiento explícito a su aportación a la literatura y la sociedad. Cacereño es, por tanto, la crónica social de una época: un retrato social.